Kenia, es un país del este africano, que tiene fronteras con Etiopía al norte, Somalia al este, Tanzania al sur, Uganda al oeste y Sudán del Sur al noroeste, con el océano Índico bañando su costa sureste.

La pobreza, la falta de alimentación, los conflictos étnicos, la corrupción, la crisis económica y la falta de innovación en este país son las causas de que se encuentre entre muchos de los países subdesarrollados.

En cuanto a la crisis económica que sufre Kenia encontramos, que la crisis económica mundial ha tenido sin duda un impacto fundamental afectando especialmente a los pequeños productores keniatas. Junto a esto, encontramos la sequía que afronta Kenia, la escalada de precios de los alimentos y del petróleo, el debilitamiento del chelín keniata, la reducción del poder adquisitivo y un aumento de la inflación, que actualmente se sitúa en el 14%.

El turismo es la actividad económica de la cual se puede beneficiar Kenia ya que hasta hoy en día, el país ha acogido todos los años a más de un millón de visitantes y ha sabido adaptarse a través del desarrollo de sus infraestructuras turísticas. Por desgracia, la ola de atentados y los secuestros de los últimos años han conseguido disminuir los porcentajes del sector. Los vecinos como Tanzania, Botswana o África del Sur han sabido aprovecharse de estas tragedias para conseguir atraer cada vez más turistas.

Aún consiguiendo mantener a un gran número de visitantes, el sector del turismo en Kenia depende todavía demasiado de la evolución de la situación. Todo se pone siempre en entredicho muy rápido y es difícil hacer previsiones reales teniendo en cuenta tal inestabilidad.

Otro punto a tener en cuenta es a desigualdad existente en este país, de acuerdo con un informe de la Sociedad para el Desarrollo Internacional con base en Nairobi, Kenia es el décimo país del mundo con mayor desigualdad en términos de reparto de la riqueza. El citado informe señala que los keniatas más ricos ganan 56 veces más que los más pobres y que el 10% de la población que encabeza la lista controla el 42% de la riqueza del país, mientras que el 10% del final posee tan solo el 0,76%.

La desigualdad afecta todos los aspectos de la vida de los keniatas. Las enormes diferencias, tanto en la capital como en el resto del país, se encuentran en todas las esferas de la vida: ingresos; acceso a la educación, agua y la salud; esperanza de vida, y padecimiento del sida.

En cuanto a su situación política, debemos ser conscientes de la gran inestabilidad política que a sufrido dicho país a lo largo del tiempo, como las guerras entre partidos e incluso en un mismo partido, los casos de corrupción y las ambiciones de unos que se ejercen en perjuicio de otros, hacen que la vida política de Kenia sea muy animada.

ACNUR

Aunque parece que en la actualidad la situación se ha calmado un poco, quizá no sea más que una fachada, para que se le conceda algo de crédito a esta esperanza de renovación.

El problema principal al que el gobierno debe hacerle frente hoy en día es la guerra contra el terrorismo. Nairobi ha sufrido varios atentados y la zona fronteriza con Somalia es víctima de los Shabab que están haciendo estragos en la región.

A pesar de la difícil situación existente como hemos podido observar, hoy en día existen numerosas organizaciones y voluntarios que se dirigen hacia este lugar para intentar aportar su ayuda, como por ejemplo al hablar de la desigualdad encontramos a una organización denominada Oxfam que está realizando una labor muy importante.