El desempleo es aquella situación de las personas en la cual teniendo edad,capacidad y el deseo de trabajar, no consiguen un puesto de trabajo, viéndose en una situación de paro forzoso.
De acuerdo con la EPA, en España en el tercer trimestre de 2018, hay 3.326.000 personas paradas, con una tasa de paro de un 14,55 %. En 2008 la tasa de desempleo creció rápidamente, superando el 20 % en 2010 y situándose en el 23,67 % de la población activa en el tercer trimestre de 2014. El 34,6 % de los menores de 25 años se encontraba en desempleo en 2018. Desde hace varios años, se ha convertido en la mayor preocupación de la sociedad española, seguida de la preocupación por la corrupción y el fraude y por los problemas de índole económica.
Raymond Torres, de Funcas, explica que hay dos razones fundamentales para dichas cifras de la EPA sobre el paro español:
``En primer lugar, nuestro país adolece de un deficiente sistema de colocación de los parados, lo que se manifiesta, por ejemplo, en la escasez de medios y personal para desplegar políticas activas de empleo, o en la débil conexión entre instituciones educativas y mercado laboral; pero también porque la intensa destrucción de empleo que se registra en las recesiones no se compensa en las recuperaciones, en parte porque las sucesivas reformas de la regulación laboral no han abordado cuestiones esenciales. Una posible solución pasaría por la creación de un organismo semiindependiente que propusiera e hiciera el seguimiento de políticas de largo plazo.´´
Ante esta situación y viendo los resultados obtenidos en 2018, podremos ver si algunas medidas expresas para 2018 han podido cumplirse como son las de el Consejo Empresarial por la Competitividad (CEC), que está integrado por los grandes empresarios de España,y propuso nuevas reformas para crear 2,3 millones de empleo en cuatro años y asegura que la tasa de paro podría reducirse así al 14,2 % en 2018.
Algunas de las medidas que propuso el informe son aumentar el tamaño de las empresas y su internacionalización, así como reformas educativas y reformas en política energética sostenible.
El aumento de la dimensión de las empresas y la mejora del marco institucional del país supondrían la reducción de 4,2 puntos en la tasa de desempleo, mientras que una reforma educativa rebajaría el paro en 0,9 puntos.
Asimismo, la mejora de la economía del conocimiento, la sostenibilidad energética y una mayor fluidez financiera aportarían una reducción de 1,9 puntos en la tasa de desempleo.
Como podemos observar estas políticas no se han llevado a cabo en su totalidad, en cuanto a 2019 las medidas están enfocadas, sobre todo, en los parados mayores de 45 años y en los jóvenes. Al mismo tiempo se espera la subida del SMI, lo que afectaría directamente a esos dos grupos. Veremos cómo responde el mercado laboral a esas medidas.
El Banco de España, por su parte, calcula un crecimiento de la economía del 2,2% para 2019. Según su informe de proyecciones estamos en una “fase expansiva”, por lo que es de esperar que antes de dos años la tasa de desempleo caiga por debajo del 12%. Si solo atendemos a sus previsiones para 2019, podemos esperar un 13,8% de paro.
